El aikido ha
influido en mi de una manera que no pensé que pasaría.
Me ha ayudado a mantener la calma mental en
situaciones de alto estrés y buscar un equilibrio en
como afrontar tiempos o situaciones difíciles, y poder
así transmitir el mensaje que debe tener la otra
persona o grupo de personas, un mensaje de
tranquilidad, de ver lo positivo en lo negativo para
no caer en ansiedad y pánico.
No se construyen puentes y se transitan pensando que
se va a caer; se contruye para unir, mostrar un camino
y llegar al otro lado. Sigo caminando ese puente,
seguimos entrenando para la vida.
El aikido me a ayudado e influido en muchos aspectos de mi vida, hasta en la manera de caminar porque ayuda a el lenguaje corporal (porte marcial). Saber que todo tiene una razón de ser (como las técnicas de aikido) y teniendo claro que todos somos diferentes pero podemos armonizar en este hermoso estilo de vivir (lazos de amistad-convivencia) y que no todo queda en el DOJO. Que a veces hay que dejar pasar situaciones de la vida que te hacen daño para usarlas a tu favor (salir linea de ataque), que más que lastimar a un oponente o a alguien que te quiere hacer daño, es una oportunidad para aprender juntos y visualizar que es un error el conflicto (compasión y respeto mutuo), aplicable en las relaciones personales en el trabajo y la familia. Que la única competencia que existe en el aikido y en la vida es con uno mismo, en ser mejor compañero y mejor ser humano, que siempre hay que ser agradecido por lo que se nos da, que hay que fluir junto con la fuerza superior e interior como las corrientes del océano y no forzar situaciones . Estado de ánimo siempre enfocado al frente sin perder de vista tu entorno ni las experiencias del pasado. Siempre seguir aprendiendo con humildad.
En que me a ayudado Aikido?, en tantas cosas desde padecimientos físicos hasta estados emocionales aveces deprimentes, reitero , ya controlados ambos y pudiera extenderme en tanto más que han influido de manera positiva en mi vida,que sería un texto demasiado extendido en párrafos........
A mi el Aikido me ha fortalecido, me ha hecho feliz, la paso muy bien cuando estoy en el dojo y con todos mis compañeros y siento que avanzo.
Yo llegué al
Dojo la primera vez a llevar a mi hijo a su clase de
prueba, me quedé afuera mirando desde ese momento
pensé quizás la próxima puedo probar yo.... no fue
algo de la cabeza sino del cuerpo que me llamó a la
práctica.
Quizás intuitivamente mi cuerpo me pedía lo que
necesitaba en esos momentos para vivir la vida, mucha
conexión del centro con la tierra. Como bailarina y
practicante de Yoga ha sido muy interesante abrirme a
otra manera de estar en el cuerpo . Me siento mucho
más enraizada. En cada práctica ya sea como Uke o como
Nage siento que aprendo. Aquello que aprendo es
difícil de poner en palabras pero me genera una
fortaleza desde el cuerpo al espíritu.
¡Estoy muy agradecida de ese día que me quedé a mirar
la clase de Haruki!
Inicié mi camino en el Aikido Buikukai en el 2017, y hoy día puedo decir que soy una mejor versión de mí mismo.
Luego de la experiencia de ser padre, el Aikido ha sido la experiencia de vida que más me ha enriquecido en sabiduría y nuevas fortalezas en tan poco tiempo.
Me considero un "eterno aprendiz" y con el pasar del tiempo he aprendido que "La verdadera victoria es la victoria sobre uno mismo"; y que "Podemos unir nuestras pequeñas chispas de luz y hacer una llama que ayude a armonizar y a aportar. Juntos somo más fuertes".
La práctica constante con la familia Buikukai y la guía del Sensei Gabriel Vega, me ha ayudado a ganar confianza en mí mismo y en querer cada día esforzarme en buscar conectar con lo que nos une como seres humanos. Y cuando existan estos momentos en que no es posible conectar, a salir de la línea de ataque y avanzar.
Lo que se traduce en una gran ventaja para aprender a gestionar el ego, romper paradigmas, ser más flexible de pensamiento, mantener el balance ante situaciones adversas y salir adelante pese a cualquier dificultad.
Aún sigo esforzándome por tratar de acercarme lo más posible a sentir y vivir estas virtudes diariamente, en todo y cada uno de los aspectos de mi vida.
Me gusta Aikido porque aprendo técnicas nuevas, hacemos muchas caídas y me divierto con mis amigos al practicar lo que me enseñan.
Cuando entramos mi hijo Adrian y yo en esto del Aikido fue pensando en aprender un arte marcial para la defensa personal en mi caso y para el, disciplina. Entre el aprendizaje de técnicas, llaves y entrenamiento fuimos aprendiendo otros beneficios aplicables a la vida diaria: dar el paso con la mente serena, anticipar, reaccionar, mejoramiento continuo como personas y en la parte de la salud por decir algunos, todo al mismo tiempo. Como en las técnicas de Aikido aprendes a canalizar los ataques o fuerzas (los problemas) y guiarlos de tal forma que los puedas controlar (remediar/neutralizar). En Aikido, como en la vida misma no hay enemigos, al único que hay que vencer es a uno mismo.
Desde el 2017 le di la bienvenida al Aikido a mi vida. El entrenamiento y la disciplina me ha ayuda a combatir batallas tangibles y las no tangibles cada vez soy más fuerte cada vez soy más Aikido.
Aikido me ha enseñado mucho desde que ingresé al dojo. Nadie sabe cuándo se presentará una situación difícil, pero en este tiempo he aprendido a saber cómo levantarme luego de caer, a aprender a no tener expectativas, estar preparado sin importar la situación, a hacerme a un lado del conflicto y aprender a actuar de manera enfocada y centrada. Trato de entregarme al entrenamiento y captar su esencia, su proceso y la belleza de este arte marcial, solo esto lo he podido aprender, por la asistencia a clases bajo la dirección del Sensei Vega.
El aikido a pasado a ser una parte importante de mi vida ya que es mi cable a tierra y lo que me ayuda a conectar con mis debilidades y fortalezas, pero mas importante por que me ha unido a un grupo de personas increíbles, que nos han acogido e integrado de una manera total y desinteresada a este equipo con el cual me gusta compartir dentro de las diferentes actividades que hacemos, pero no puedo dejar de lado el tremendo aporte a mi crecimiento personal que hace el Sensei Vega, quien es capaz de sacar lo mejor de todos nostros.
El aikido me ha llevado a un descubrimiento constante y a vivir una experiencia que se disfruta cada vez más con el paso del tiempo. Inicialmente uno puede tender a enfocarse más en desarrollar la parte física y las técnicas, pero con el tiempo uno empieza a descubrir la parte mental. Muchos elementos se conectan entre sí y esto es parte esencial de la experiencia. En mi opinión, este descubrimiento es algo que sucede a nivel personal, sin embargo, esto no se puede dar sin el entorno que crean los buenos maestros y los compañeros: La "no competencia" , los fuertes nexos de fraternidad, el desprendimiento, la entrega, etc.
La práctica del Aikido me ha ayudado, en primer lugar a concentrarme más en lo que hago, pero quizas mas importante, me ha ayudado ha interactuar mejor tanto en el trabajo como incluso en la vida familiar. Yo solía responder con cierta agresividad y a sentirme a atacado en muchas de mis interacciones; el Aikido me ha ayudado a reaccionar ante estas interacciones. El Sensei Vega siempre nos recalca: Cuida la distancia (si no está a la distancia adecuada el ataque o la tecnica no será efectivo), sal de la línea de ataque (lo primero es moverse fuera de la dirección del ataque y evitar el conflicto), conecta y dirige (y finalmente conectar y buscar una solución). Esto me ha ayudado en mis interacciones, ya que mucho de lo que yo he considerado ataques estaban a una distancia que no eran efectivos, por lo que ahora identifico esto y no gasto mi energía, hasta que identifico un ataque real, entonces salgo de la línea evitando el conflicto, conecto y soluciono. Creo que estos dos aspectos han sido un gran cambio en mi vida, que me permiten estar más relajado y tranquilo. Más allá de la parte física que me da el Aikido y la relación de camaradería y cooperación que se respira en nuestro dojo, creo que estos aportes del Aikido son importantísimos, ya que como dice el Sensei Vega: hoy ya no tenemos que defendernos de guerreros que vienen a saquearnos, sino con enemigos más poderosos, por su naturaleza, (acreedores, sociedad, "compañeros" de trabajo, etc) y pienso que el Aikido me ha entrenado mejor para este tipo de combate.
El Aikido, a diferencia de las otras artes marciales, se puede ver como fuerza apaciguadora en movimiento, es como entrar en otra dimensión, en un universo paralelo, un Matrix; donde cuerpo, mente, energía y espíritu forman una unidad. En el camino del Aikido, los problemas, el estrés, el pasado, el futuro,… se minimizan; se vive y disfruta el aquí y el ahora. En Aikido cuidas a tu oponente tal y como te cuidas tú mismo. Visualizo el día que la práctica del Aikido llegue a las escuelas, que los niños sepan identificar el lenguaje de su cuerpo y emociones. Así tendremos un mundo mejor, en donde todos podremos arreglar nuestras diferencias en armonía, sin hacernos daño. Así es como el Aikido trasciende el Dojo (gimnasio) y enriquece tu vida y la de todos!
El Aikido es un camino un estilo de vida que me ayuda a estar en armonía con los demás. Eliminar el egoísmo y pensar que el bien común sobrepasa el bienestar individual.
Me enseña a enfrentar los retos y problemas cotidianos sin dudar, sin temor, para enfrentar la adversidad con seguridad y confianza.
Durante años, siempre he tratado de armonizar el cuerpo, mente y espíritu con diferentes actividades y encontrar el tiempo para lograr hacer todo, siempre ha sido un tema. Pero con cada clase de aikido he logrado todos estos elementos en uno solo, donde fortalezco mi cuerpo físico, trabajo la concentración, calmo mi mente, es cuando estoy en el aquí y ahora, es decir, vivir el presente, es un zen en movimiento. Adicional, a la gratificación que me dan las clases, disfruto de un plus que es la convivencia y la camaradería que se vive con todos los compañeros, sumado a las enseñanzas de nuestros maestros. Doy gracias por encontrar una escuela como la nuestra que me aporta tanto a mi vida.
El Aikido nos ha ayudado en muchas maneras, físicas, mentales pero una de la mas importante es para nosotros padre e hijo poder tener una actividad que nos una, un camino de vida, una fecha donde nos encontramos para liberar estrés y compartir. dejamos de ser padre e hijo para ser también uno con la familia de Aikido buikukai Panamá
Aikido aporta en mi vida felicidad, familia, actitud de responsabilidad y compromiso, fortalece mis valores, me hace identificar cuando actúo mal, me hace ver otras soluciones, me da madurez, humildad, me ayuda aceptar mis errores al igual que aprender de ellos para ser un poquito mejor ya que vale más un pequeño paso avanzando que cien en el mismo lugar. Todo esto que he mencionado se va desarrollando con disciplina, compromiso, concentración y amor que es lo que siento que influye en mi vida, no he conseguido el 100% de éstos, si no es lo que identifico que he mejorado un poco al pasar el tiempo y sigo aprendiendo más como en mi primer día.
El Aikido fue y
es una sorpresa en mi vida, porque nunca pensé que la
práctica y conocimientos recibidos por un arte marcial
se pudiesen compaginar de manera tan perfecta con la
vida cotidiana.
Por otro lado, aunque a simple vista el Aikido te
enseña métodos de defensa personal, lo cierto es que
con Aikido Buikukai Panamá se construyen puentes que
unen a las personas que lo practican entre ellos en un
ambiente de cordialidad, camaradería y amistad.
Aprecias de mejor manera las relaciones de unión que
tienes con todas las personas por lo que haces más
fuertes esos vínculos.
Aikido Buikukai Panamá es una gran familia marcial y
nos une con los otros maestros y practicantes de
Aikido de otros dojos.
Aikido Buikukai Panamá construye puentes de unión
entre los seres humanos y entre los individuos con su
parte espiritual.
Nos encantaría saber de ti. No dudes en escribirnos si tienes preguntas y dudas.
Nuestras clases son para todo el mundo, sin importar edad ni género.
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